No os fieis ni de vosotros mismos...

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1.  
    .
    Avatar

    Member

    Group
    Member
    Posts
    320

    Status
    Anonymous

    5A5ZvnRd_o



    Todavía tengo puesta la marcha hacia atrás, queriendo salir de la encerrona, cuando una cámara rápida se apodera de mi mente: cada paso, respiración y pestañeo parece ir más acelerado de lo habitual. Y es por eso que no me da tiempo a reaccionar al ver unos ─o personas disfrazadas de─ mutantes subirse encima del capó del coche. ¿Qué hago? ¡No quiero hacer daño a personas inocentes! Vuelvo a morder mi labio con ahínco, como si esa fuera la solución para todos los problemas del mundo. Pienso que quizá sean unos sustos tontos, pero mi corazón empieza a correr despavorido tras notar los cristales rotos de la ventana deslizarse por cada rincón habido del vehículo. ¿Lo han... lo han roto? Sin embargo, lo que más me impresiona es que uno de ellos se abalanza contra mí sin pensárselo dos veces. Mis manos están desesperadamente agarradas al volante, cual roca firme en mitad de una tórrida tormenta, y es por eso que soy incapaz de esquivar su repentino ataque delantero, recibiendo un arañazo en mi mejilla. Noto la sangre goteando por un lado de mi cara, el cual me advierte de que es un dolor real. De que es una herida de verdad. Para mi suerte, Elías consigue empujarlo fuera del coche con su machete, evitando así cualquier otro perjuicio. Aunque, en realidad, ya es demasiado tarde para eso. Porque me han hecho daño, y duele. Entonces, mis instintos reaccionan por mí y frenan en seco el todoterreno, pues yo ya no puedo continuar con la travesía. Una ilusión que parece caer a pedazos es lo único que llena mi mundo de colores. No puede ser, esto tiene que ser parte del espectáculo... querrán hacerlo todo lo más realista posible, ¿no? Miro a Elías en busca de consuelo, con ganas de apretar su mano contra la mía para que no me suelte nunca. Quiero pedirle explicaciones, y que me diga si estoy loca o los locos son otros.

    Pero la aparición de una chica capta su atención al completo, casi absorbido por su simple presencia. Y el corazón me da un vuelco al mirar en su dirección, encontrándome con una joven rubia, guapa y «graciosa» apartando a los mutantes de nuestro campo visual. Ha sido más útil que yo, eso sin duda. Trato de mantenerme dentro de mi burbuja infantil para no montar un pollo delante de la desconocida, pero explota al notar cómo la mano de Elías abandona prontamente la mía. Y tartamudea, con nerviosismo. ¿Tan guapa es? Sacudo la cabeza con intención de alejar esos pensamientos de mí, y agradezco que la chica, Erica, se acerque a mí y me ayude con la herida. No obstante, lo que menos me espero es que la haga desaparecer. ¿Qué? Mis oídos empiezan a pitidar, impidiéndome escuchar el resto de la conversación. Ni siquiera consigo emitir una respuesta hacia la pregunta de Elías, lo cual lamento en el alma. No puedo... no lo entiendo. Y no puedo dejar de pensar en que, quizá, esto sigue siendo parte del juego, pero una voz me dice que deje esa pantomima: que ponga los pies en la tierra. En esta tierra, llena de monstruos y villanos dispuestos a sacrificarnos con tal de alcanzar sus objetivos. Esa voz es la de Elías, quien logra hacerme parpadear unos instantes para poder mirarlo cara a cara. Ya no estamos en el coche, sino en otro lugar que no reconozco. Los alrededores se llenan de varias conversaciones, como las de Clover con un muchacho, o las de Erica con Jaziel.

    Elías, yo no... no entiendo... ─mis ojos muestran ansiedad y confusión; un sinfín de emociones que forman un remolino destructivo.

    Cruel. Justo al igual que la realidad en la que parece que sigo. Pero eso significaría que Mizraím... que el trauma de Elías, o que la casi muerte de Clover... No, no puede ser... Pongo una mano en mi frente, visiblemente mareada. Demasiados pensamientos, ideas, recuerdos, sueños y deseos se mezclan en mi interior, y yo no sé a cuál de ellos creer. ¿Quién dice la verdad? ¿Quién miente? Necesito que me respondas es lo que quiero pedirle a mi rubio, pero alguien nos habla y él se va con molestia. No me dejes así, Elías. Él es la única persona en quien puedo apoyarme, el único que sé que me dirá la verdad sin tapujos. Pero se va, se aleja y es como en mis pesadillas; intento alcanzar a alguien inalcanzable, que se marcha y parece abandonarme en este terremoto llamado «cruel realidad». Miro al hombre que está delante de mí con sorpresa. ¿Cassian? Y es en ese instante que siento que mi mente desconecta de mi cuerpo, el cual se deja caer sin yo poder hacer nada para evitarlo.
     
    .
  2.  
    .
    Avatar

    Adult games: dating for spicy meetups

    Group
    Member
    Posts
    181
    Location
    Usa

    Status
    Offline

    Pcnb4kjy_o


    Tras mi pregunta mi corazón se rompió. Clover Byrne se había olvidado de mí, de mi magnífica existencia. Yo había desaparecido para ella y conocer tal dolor me sumió en una triste expresión, sentía un desgarre en mi pecho; como si mi amada hubiese clavado sus uñas en él para sacar mi corazón, órgano que le pertenecía desde hacía años, y en aquel momento lo estuviese sosteniendo frente a mí, apretándolo hasta hacerlo explotar. Adiós Jaziel. Sólo había una persona capaz de destruirme (tú no, Dara Edevane), la única con la fuerza necesaria para hacerme añicos con una frase: perdona, ¿quién eres y qué haces aquí? No me lo vi venir, no predije aquella destrucción en segundos. Mi mente se evocó a la primera vez que había visto a Clover Byrne en una fiesta, a esa imagen, esos pensamientos y esa sensación:

    Yo había sonreído al ver a mi princesa cruzar por delante de mí, aun estando lejos entre la multitud, su pasar me había hecho sonreír. Ella ni siquiera me había mirado, ni reparado en mí, pero a mí me había hecho feliz soñar con que algún día estaríamos cerca de verdad. Ya habíamos coincidido en alguna fiesta, tal vez algún día podríamos llegar a hablar. Quizás yo podría decirle mi nombre sin tartamudear por los nervios, besar su dulce mano y perderme en sus preciosos ojos. Podría contarle una historia sobre un pirata que buscaba un tesoro inalcanzable, pues no deseaba poseerlo: sino casarse con él; que el pirata surcaba las aguas con cautela, siempre buscando su tesoro mientras se perdía más y más... Hasta darse cuenta de que ese tesoro era mucho más grande y valioso de lo que se esperaba. El mismo océano había resultado ser su tesoro, el mismo agua que ahora trataba de ahogarlo.

    Irónicamente Marie había matado una parte de Clover y Clover estaba matándome a mí, irónicamente Dara Edevante no era la única asesina a la que yo iba a conocer. Yo podía ver el dolor en el rostro de mi amada, ajena a lo que estaba pasando, debido a su dolor de cabeza. Ella no podía ver mi dolor intenso, mi corazón roto. ─L-lo siento, disculpa mi descortesía.─ Dije automáticamente. Extendí mi mano hacia la suya y antes de tocarnos cerré los ojos. ─Mi nombre es Jaziel Dahl, es un placer.─ Entonces sí toqué su mano y me incliné para besarla, todo repetido tal y como había sido la primera vez. Unos disparos nos interrumpieron y dos jóvenes se adentraron en el vehículo, tuve claro desde el inicio que el primero era mi Davy Jones; mi pirata enemigo. Les di la espalda mientras mi novia y él se fundían en un abrazo, sentía muchas emociones abrumadoras que me decía que me diera por vencido, que así debían ser las cosas, que Clover Byrne iba a ser mucho más feliz sin mí. Miré a la rubia que interrumpía mis pensamientos deprimentes con sus palabras, las cuales me parecían tan odiosas como su ser. ─Gracias por el consejo.Una lástima que no te lo haya pedido, ni me importe. Mi sonrisa era melancólica.

    No sé cuánto tiempo pasó a continuación, pero bajamos del coche y comenzamos a caminar. Silver caminaba a mi lado. Los dos extraños nos guiaban. El cara pulpo no se apartaba de mi Clover así que yo me mantenía el último en la caminata, casi estaba seguro de que nadie me iba a echar en falta si me quedaba atrás o dejaba de andar. La única motivación que movía mis piernas era el deseo de recuperar a mi novia, de volverla a enamorar como la primera vez. Tenía que hacer regresar sus recuerdos o por lo menos crear unos nuevos que estuviesen a la altura de los anteriores. Tal vez tenía que hacer las cosas más despacio, esperar un poco más antes de declararme, pero echaba de menos sentir su cálida mano entrelazada con la mía. Echaba de menos sus caricias, sus bromas y su sonrisa risueña; echaba de menos a la Clover feliz, alegre, que permanecía a mi lado. Tengo tantas ganas de abrazarla que duele, duele no poder hacerlo y tener que contenerme porque ella no sabe quién soy. No podía ser yo mismo, ni hacer lo que quería, y aun así estaba condenado a verla tomada de la mano con otro justo delante de mis ojos sin yo poder hacer nada. Estaba condenado a sufrir en silencio, cabizbajo.

    Llegamos a una plaza, apenas levanté la cabeza entonces para ver a Cassian Mont delante del grupo. Aquello me sacó una sonrisa, no esperaba volverlo a ver. Yo estaba situado detrás de Clover, el cara pulpo, la mofeta y Elías así que ellos no podían ver mi expresión, ni cómo había seguido con mis ojos el movimiento del albino guardando su arma en el cinturón. Ese cinturón que deseaba romper y empotrarlo a él contra una pared. O contra lo que sea. Sin embargo mis deseos por despecho y celos se veían detenidos por el qué pensaría mi amada, o qué le diría el tentáculos viscosos sobre mí si hacía eso. Después de todo los dos se conocían de antes y yo no me fiaba de aquella cosa ni de sus intenciones con mi todavía -por lo menos por mi parte- novia. Así que me tenía que contener, seguir tranquilito en mi burbuja apagada y no causar líos. Literalmente. Clover tenía que ver que yo estaba soltero y disponible, sin compromisos. Noté que Elías se separaba de la mofeta y evitaba mirar a Cassian, lo cual me alegraba, para acercarse a la chica pesada (¿debería apodarla "mosca"?) y hablar con ella. Justo unos minutos después la propia mofeta se desmayó. Cassian apareciendo seductor, la mofeta quedándose K.O... Vaya, parece que todavía puedo tener suerte, aunque no sea precisamente la suerte en forma de trébol que desearía.
     
    .
  3. nyxxx
     
    .

    User deleted


    PxxsgUAX_o

    A esas alturas la sorpresa era algo que debía esperarse. Después de todo irse sin decir nada tal vez no había sido la mejor de las maneras, menos aún en la situación que les dejaba. Así que cuando alguna que otra mirada reparó en él, la sonrisa se ensanchó en sus labios. Y tal vez la que menos esperaba era la mueca que puso Elías al verle. Porque era verdad que ellos apenan habían intercambiado palabra alguna, por no decir ninguna, pero la forma en la que le miró le hizo ensanchar una sonrisa, curioso. Cassian solía tener la habilidad de no poder ser un punto medio: o lo odiabas o lo amabas. Un negro o un blanco, pero no un gris. Sin embargo y con todo lo que sabía, más aún a dónde pertenecía, venía con el precio de que la segunda opción era mejor. Aún si no se convertían en mejores amigos a Elías le convenía no odiarle o, por lo menos, intentar mostrarlo menos. Porque a Cassian le daba igual. Puede darme igual, bombón. Porque aún si podía hasta bromear en su propia cabeza, la realidad seguía siendo la misma: no había consecuencias.

    No se centró más en él cuando le observó moverse, sintiendo que al final podía llegar a ser una perdida de tiempo. Y porque centrarse en él teniendo al resto delante no era algo que tuviera en mente. Sin embargo, su mirada siendo puesta sobre el cuerpo Dara empezando a desplomarse no era algo que se esperase. Sintió todo a cámara lenta, como en una de esas películas tontas de amor cliché que ahí no encajaban. Pero siendo la pelirrosa, Cassian acabó moviéndose tan rápido como pudo para lograr agarrarla antes de que cayera y logró alzarla al vuelo. Si se pensaba con claridad y ellos eran tan importantes como Darice le había dicho, aquello no podía ser nada bueno. Supuso entonces que la mejor idea era llevarla dentro y tener un ojo sobre ella, fuera él o cualquiera de la resistencia.

    Sin embargo, como era Cassian, había un tercero por ahí a quien no pudo evitar echar el ojo (aparte de Clover, pero estaba como estaba). Cuando su mirada coincidió con la de Jaziel, uno de los ojos del albino se cerró en un guiño rápido antes de sonreirle y susurrarle un nos vemos antes de darse media vuelta con Dara aún en brazos.
    — Me la llevo dentro. — Informó, dirigiéndose en su plenitud a Erica, más que nada porque Lotus seguía con Clover. Lo había dicho lo suficientemente alto para que todos le escucharan, pero con sus conocimientos en aquel momento creyó que era mejor dirigirse hacia Erica. Ella sabía lo que suponía dentro y dónde podía encontrarles en caso de que quisiera verla. Después de todo eran compañeros y alguien iba a tener que llevarla a algún lado para que no se quedara ahí tirada en medio del pasto.

    La dejó sobre una de las camas que había en la estancia, colocando una manta por encima de su cuerpo cuando se aseguró que estaba estable en aquella posición. Cassian acabó por silbar mientras iba a por algo de beber y comer. No sabía tanto de esas cosas, pero supuso que Dara necesitaría algo de fuerzas para cuando volviera en si, lo que derivaba en nutrientes. Así que se limitó a volver con las cosas sobre una bandeja, aún silbando alguna extraña canción y dejando el objeto sobre uno de los muebles. Se mantuvo esperando mientras preparaba el sándwich y llenaba el vaso con agua, mirando de reojo a la fémina cuando notó que empezaba a volver en sí.
    — Bienvenida de nuevo, bella durmiente. — La sonrió, divertido, moviéndose hasta quedar a su lado para ver como se encontraba y sin coger la bandeja, esperando primero a que Dara se terminara de desperezar.
     
    .
  4.  
    .
    Avatar

    Member

    Group
    Member
    Posts
    320

    Status
    Anonymous

    5A5ZvnRd_o



    Veo oscuridad a cada paso que doy, sin saber muy bien si estoy avanzando, retrocediendo o caminando en círculos. Sin embargo, es por eso mismo que sé que estoy soñando; porque lo último que recuerdo es a Elías diciéndome que esto no es una broma. Que el internado no es un juego, y mucho menos los monstruos que allí habitan. Todo es real, y nada es mentira. Casi sin darme cuenta, la espesura negra que recorro una y otra vez se vuelve más grande, como si tratara de absorberme junto a ella. Entonces, el sonido del agua me hace abrir los ojos, confirmando que, efectivamente, la nada solo era producto de mi subconsciente. Aunque me habría gustado estar allí y no despertar nunca... Porque sé lo que eso supone. Y mi corazón, todavía afligido, no está preparado para asimilar la realidad. Pero la mirada de Elías y sus palabras no pasan desapercibidas por mí, y sería impensable simplemente ignorarlas, hacer de cuenta que nunca han sido dichas; porque confío en él, incluso más que en mi propio juicio. ¿Es que acaso alguna vez confié en mí misma? No quiero tener un enfrentamiento interno conmigo, así que evado la pregunta al mirar a mi alrededor y distraerme con otros pensamientos más alegres. O, al menos, menos destructivos.

    ¿Cassian? ─es lo primero que sale de mi boca al verle con un sándwich y un vaso de agua.

    Parpadeo un par de veces, centrando mi visión en el chico que vi antes de desmayarme y el cual, sin lugar a dudas, no me había inventado. Está aquí de verdad, y eso me sorprende. Después de lo del vídeo... Trago saliva, algo avergonzada por el hecho de volver a ver a la misma persona con la que casi me beso en mi habitación. E intento no darle muchas vueltas al hecho de que Elías ya sabe de lo sucedido por un bendito vídeo. ¡Todo el mundo debe de saberlo ahora! Miles de emociones revolotean en mi estómago, pero decido no mostrarlas. No porque me caiga mal Cassian, sino porque no sé cómo reaccionar ante esta situación. Estoy sumamente frustrada y débil; cansada de tanto llorar, harta de no ser más que una carga. Tomo una profunda bocanada de aire y decido posar mis ojos sobre él, quien me sonríe como si nada hubiese pasado. Como si yo fuese una simple «bella durmiente» que no tiene otra preocupación que comer y beber algo. Creo que lo mejor es... es no pensar en nada. Porque todavía no puedo dedicar pensamientos a mi hermano, o a Marie, o al dichoso vídeo que ni Elías ni yo hemos podido aclarar. Y es por eso mismo que le dedico una mirada de agradecimiento y finjo que todo está bien.

    Que todo es normal.

    Gracias ─hago una mueca, pensando lo que diré a continuación─. La verdad es que no esperaba volver a verte.

    Sí, lo confieso: con el asunto de sobrevivir, y la locura temporal que nos ha invadido a todos, estuve demasiado ocupada como para imaginar dónde estaría Cassian en aquellos instantes. O si estuvo preocupado por nosotros. Y a todo esto, ¿qué hace aquí? Me aferro a esa pregunta como si la vida me fuese en ello, ya que sé que me evitará tener la mente libre para otras cosas. Para otros asuntos pendientes que cada vez parecen acercarse más a mi conciencia, a punto de hacerme daño. Otra vez. No, no quiero saber nada, no ahora... no puedo. Cierro los ojos durante unos segundos, tratando de poner un candado en mi corazón para que nada salga. Ni nada entre. La única persona capaz de calmarme en situaciones así era─es Mizraím y, para no estallar en lágrimas inservibles y dolor innecesario, es mejor dejar que pase el tiempo. Así había hecho durante algunas semanas de mi confinamiento policial, y funcionó. ¿Por qué no habría de resultar útil ahora? Me tomo mi tiempo para acallar el alma, abriendo de nuevo mis ojos solo cuando estoy completamente segura de que está todo bajo control. Entonces, centro mi atención en la misma pregunta de antes:

    ¿Por qué estás aquí? ¿Marie también te secuestró? ─la curiosidad invade mi ser, haciéndome sentir a salvo de toda esa marabunta de sentimientos.

    También quiero hacerle más preguntas, por ejemplo dónde estamos, o quiénes son esas personas que vi antes, o si este es un lugar en el que Marie no podrá hacer más daño, pero sé que es imposible responder tantas cuestiones al mismo tiempo. No le presiono y dejo que sea él quien conteste, además de si decide añadir algún dato extra con el que yo pueda mantener mi mente ocupada el resto del día. O de días. Lo que sea. Sin embargo, mi deseo de saber más sobre lo que había─y estaba─ pasando pronto se disipó en el aire, pues oigo el chirriar de la puerta junto con unas pisadas acercándose a nosotros. Miro instintivamente hacia lo que pienso que es la entrada, y allí diviso a una chica morena, con el pelo castaño y unos ojos azules que resplandecen. Camina un poco más, lo suficiente para decir unas cuantas palabras ─sin ni siquiera presentarse─ y tocar mi la parte trasera de mi cabeza. Me sorprendo un poco ya que me ha empezado a doler con tan solo su contacto, y me explica la situación por encima. Casi con gracia, lo cual me hace enarcar una ceja. ¿Me he caído al suelo? Pues hasta que no me has tocado, no me dolía... Dudo si fiarme de ella o no, así que busco una señal de aprobación por parte de Cassian, quien parece conocerla.

    ¿Tú también puedes curar con esos poderes? ─aparto mi mirada del rostro del chico, para volver a posarla en la desconocida, quien niega con la cabeza.

    Y, por fin, hace mención a su nombre, lo que me trae muchos recuerdos a la cabeza. Sí, la conozco, pero... es tan diferente de la niña que era, ¿o a lo mejor son cosas mías? Darice, que después desapareció del mapa sin dar explicaciones. Ya decía yo que me sonaba su cara, ¿se acordará ella de mí? Para mi suerte, ahora tengo aún más preguntas con las que distraerme, y eso me hace sentir aliviada. Nada puede romper este temporal pacto entre mi cordura y el pasado, no hasta que yo misma decida hacerlo.


    I15Ez4MT_o



    Por supuesto que siempre soy la persona correcta. Pienso para mí al escuchar su comentario, totalmente acertado. Si lo que quieres es saber qué ha pasado en tu ausencia, ten por seguro que te lo explicaré detalle a detalle. ¿Pero tener una conversación normal? Creo que el único que no me ha hablado por interés, más de vez que en cuando, ha sido Jasper. Y es que esa es la diferencia radical entre cada personaje del trío de oro: son interesados, a su manera, pero interesados. Aunque eso no es algo que me hayan enseñado ellos, sino mi propia familia. Este mundo siempre requerirá una parte de ti, cuando menos te la esperes. De ahí que sonría ante las palabras de Cassian, incrédula ante el bonito significado que pudiera pretender darle. Porque nunca será más que una mentira disfrazada de deseos para nada reales, como el mío en cuanto a acabar con Marie hoy mismo. Sí, una tarea un poco difícil dada la situación actual y, por ende, surrealista. Sin embargo, un asunto con el que no había contado es su relativa expresión de póker, como si ya los conociera o, por defecto, supiera lo que les había pasado. ¿Y de qué me extraño? Si estuvo en el internado por eso mismo... Debería tener estos puntos más en cuenta, que al final resultan ser muy útiles. Pero hay algo que me impresiona aún más: su sonrisa ante la noticia del asesinato del director. No te recordaba tan insensible, Cassian. Aún así, no puedo evitar sonreír al ver su cara, porque es lo más inmoral y pérfidamente extraño que he visto en estos largos días de encarcelamiento. Sí, presupongo que acabaré por llevarme bien con este niño.

    Seguro que nos vemos en otro momento ─levanto mi mano para despedirme de él y evito hacer una mueca de molestia cuando noto su mano sobre mi pelo.

    ¿Acaso soy un perro? Mantengo mi sonrisa cordial hasta que consigo perder de vista su figura, cada vez más lejos de mí y de mi bonito cabello castaño. Detesto el contacto tan inesperado, sí, pero para sobrevivir hay que aguantar los dolores más terribles que una se pueda imaginar. Y eso incluye, claro está, los toqueteos de pelo innecesarios. O los abrazos superficiales. Supongo que incluye todo, ya que estamos. Me encojo de hombros y sigo mi acostumbrada labor de vagar por los alrededores del pueblo, atenta a cualquier trampa o monstruo que tenga la intención de atacarnos. Ahora somos presa fácil, lo mejor es defendernos y no hacer ningún tipo de ofensiva. Ni siquiera contra mutantes. Esa es mi opinión en cuanto a la situación en la que estoy forzada a permanecer durante algo más de tiempo, al menos hasta que llegue el resto de niños y esto sea más entretenido. Porque lo será. Entre pensamiento y pensamiento, las horas se me pasan tortuosamente lentas y, por eso, cuando escucho voces irreconocibles mi rostro muestra alegría; felicidad por hallar aliados con los que destruir a Marie y con los que divertirme en la ausencia de Jasper. Fantástico.

    Visualizo en la distancia a Erica ─metida hasta en la sopa─, a un cariñoso Lotus con una peliazul ─para nada usual─, y a un bromista Cassian ─que te hace llorar más que reír─. Retiro la coleta que apretuja mi cabello, el cual cae hasta la altura de mi cuello, mientras avanzo hacia el grupo de personas recién llegado. Reconozco a cada uno de los presentes sin mucha dificultad, pues siguen teniendo sus rasgos característicos de cuando eran niños. Mi corazón da un brinco y recuerdo con nostalgia aquellos momentos de diversión que pasé con ellos como si hubiera sido ayer. Nada me gustaría más. Oh, sí, otro anhelo surrealista que nunca verá su cumplimiento. No en esta vida, al menos. Y no contigo, Clover Byrne. Tu familia destrozó mi más preciado deseo, y casi muero en el intento. No obstante, mantengo un rostro inexpresivo. Esta es la ocasión perfecta de hacer que me recuerden, y de ofrecerles mi ayuda cuando lo necesiten. Eso es lo que hace una pseudo-médico, aunque carezca de poderes curativos. Porque está claro que Erica, de no ser por sus habilidades sobrenaturales, estaría más perdida en la medicina, que Marie experimentando un sentimiento de bondad. Así es la gente, con sus más y sus menos. Aparto de mi cabeza aquellas ideas, que para nada vienen a cuento, y dejo mi cuerpo estático una vez llegado al punto de encuentro. Observo con cuidado a cada uno de los niños que en su momento conocí, y estoy segura de que ya no son los que eran. Bueno, a excepción de la inocente y santa Clover, tan ingenua como siempre. Y puede que Jaziel, igual de repelente. Quiero reír ante los comentarios tan inapropiados que he generado en mi mente, pero no lo hago. Porque en su momento los quise, los atesoré y los valoré. Y es por respeto a mis pasados sentimientos ─y puede que todavía actuales─, que decido tratarlos todo lo bien que sé. Incluso a la niña Byrne, y al mentiroso de Lotus. Qué casualidad que te ahorrases el comentario de que adoras a una chica Byrne. Ni siquiera se te ha cruzado por la mente el mencionar que la conocías, ¿y por qué será? Nunca me fié de Lotus, pero esto solo me sirve de confirmación para alentar mi desconfianza aún más hacia él.

    Respiro en profundidad, y sin tener la oportunidad de saludar a todos con la debida propiedad, la chica pelirrosa, Dara, cae al suelo, propinándose un golpe interesante en la parte trasera de su cabeza. Cassian ─¿cómo no?─ no ha tenido tiempo de agarrarla, pero por lo menos se da cuenta de que es el más cercano de todos para cogerla en brazos y llevársela a algún lugar donde tumbarla. Bueno, vaya inicio más curioso. Es lo que decía yo: diversión. Quiero ir a ver cómo está, si bien no tengo esos poderes milagrosos, poseo los conocimientos suficientes para ayudarla en caso de complicaciones. Pero antes, prefiero presentarme al resto del grupo. Primero, a Clover y a Lotus. El blanco perfecto.

    Buenas, Lotus y... Clover, ¿cierto? No pretendo molestar bueno, en realidad sí, solo quiero saludar y presentarme. Soy Darice, cualquier problema que tengas, Clover puedes comentármelo. Estoy aquí para ayudar.

    Esbozo una corta sonrisa tras mi ofrecimiento y hago un ademán de irme rápido, para que reanuden su rollo extraño de osos amorosos. Luego, paso por Erica y un chico rubio, el único del grupo cuando éramos pequeños, la verdad. Mantengo la sonrisa de antes y estrecho su mano con gusto.

    Puede que estén ocupados en la conversación, solo pretendo saludar brevemente e irme. Soy Darice, es un placer, y puedes contar conmigo para cualquier cosa.

    Dicho esto, espero con paciencia a que reciba mis palabras y dejo que se presente, sin ganas de estar hablando de cuánto tiempo ha pasado y todo eso. Nada, mejor dejémoslo para después. Procedo a redirigir mis pasos, esta vez hacia Jaziel, quien parece mustio cual flor «no regada en pleno verano». Habrá que tener cuidado con las palabras a usar, me presupongo yo.

    ¿Sabes? Los problemas suelen hacerse más llevaderos cuando compartes tu carga. Yo soy Darice, y si necesitas algo, puedes pedírmelo e intentaré ayudarte como pueda.

    Le dedico una nueva sonrisa, esta vez tratando de transmitir calidez y comprensión. Espero a que me responda, bien o mal, y me despido rumbo
    al sitio donde se encuentra la última de los cinco: Dara la desmayada. Y, raro en él, Cassian el salvador. Vaya uno a saber si está enferma. Más vale que no sea contagioso, aunque seguro que Erica puede hacer algo al respecto... Entro con cuidado al lugar, preparándome para cualquier visión imprevista. Al percatarme de que Dara está recién levantada, relajo un poco mis músculos y aclaro mi garganta, acercándome a ambos con lentitud. No hay necesidad de apresurar las cosas.

    Espero no interrumpir, estaba algo alarmada con tu repentina pérdida de conocimiento ─dejo claro mis intenciones antes de tocar la parte posterior de su cabeza.

    Hay una pequeña hinchazón producto del golpe, pero nada preocupante. Ese es mi veredicto, aunque no tengo porqué decirlo todavía, y no lo voy a hacer, de hecho. Solo quiero explicarle su situación, porque comentarle que ahora tiene un bulto por culpa de la lentitud de Cassian solo ocasionaría un problema añadido a la lista de desventajas. En otras circunstancias, sería entretenido, pero bastante mal llevamos el tener a una pareja excesivamente cariñosa, a una niña herida y a un chico con una nube negra encima de él. ¡Vaya grupo que se han buscado, de verdad! Y es que, muy en el fondo, yo me imaginaba a cuatro personas medianamente preparadas, pues fueron ellos mismos quienes consiguieron escapar de Marie sin ayuda de nadie más. ¿Entonces cómo es que han llegado así? Tampoco me es agradable ver viejos amigos en un estado tan lamentable, por otra parte.

    Digamos que te has golpeado contra el suelo, pero estás bastante bien por lo que veo ─muestro una sonrisa de alivio.

    Al principio, parece asombrada y al mismo tiempo perdida, como si lo más importante de este mundo fuese la vergüenza de haberse desmayado y el hecho de que yo tenga la habilidad de sanación. O no. Niego con la cabeza ante su pregunta y procedo a mencionar mi nombre, mirando a Dara y a Cassian de forma intermitente. A ver si este chico también se digna a decir algo.


    Edited by Chuchito - 29/10/2019, 23:46
     
    .
  5.  
    .
    Avatar

    Member

    Group
    Administrator
    Posts
    320

    Status
    Offline

    w9axUdfx_o



    - Sobrevivir, ¿te parece un buen plan? - sonrío mientras coloco mi arco en mi espalda - a no ser que quieras que vayamos de excursión, seguro que se me ocurren muchos más viajes que añadir a mi futuro negocio multimillonario - coloco mi mano sobre la cadera a la par que miro al chico a los ojos - eres bastante joven, ¿no crees que sería mejor que descansaras por ahora y dejaras a los mayores controlar la situación? - sonrío ante el comentario que acabo de decir - verdaderamente es joven, ¿cuántos tendrá? ¿15?

    La pequeña conversación que estábamos manteniendo se vio interrumpida por la caída de la chica de pelos rosados, la cual se estampa contra el suelo a penas unos centímetros de Cassian. El albino la agarra, tarde, para llevarla dentro. Agacho mi cabeza a la par que niego con ella - por lo menos intenta no confundir a nadie, Cassian - le grito mientras le veo alejarse, al igual que otros cuantos ojos que hay a mi alrededor. Después de ello, Darice comienza su ronda de saludos - ¿qué tramas? - la sigo con la mirada, curiosa, pues es inusual por parte de ella el ser tan sociable.

    - Viendo cómo está el patio, creo que lo mejor será que comamos algo, hace mucho que no nos reunimos todos - digo dirigiendo mi mirada, nuevamente, al rubio frente a mí - aunque, si no te parece un buen plan, puedes quedarte protegiendo a las flores indefensas que hay. Seguro que sería un plan maravilloso, ¿no crees? - río para, después, mirar en dirección a Lotus - ¡Ey, Lotus! - le grito, pues parece que no habrá otra forma de sacarlo del pequeño mundo que él y la peliazul han creado - ¡Vayamos a la plaza a comer algo! - pocos segundo tardó en agarrar a la chica e ir en dirección al lugar indicado - y bien, pequeño niño cuyo nombre desconozco, ¿necesitas que te lleve de la mano como si fuera tu madre o crees poder llegar solo?
     
    .
  6.  
    .
    Avatar

    Member

    Group
    Administrator
    Posts
    320

    Status
    Offline

    RDPCBxbK_o



    Durante todo el camino desde que habíamos abandonado el coche hasta llegar al pueblo abandonado, había notado dos pupilas clavadas sobre mi figura, como si me estuvieran tratando de asesinar con la mirada. Miraba de vez en cuando para asegurarme de que Clover, aún algo inestable, pudiera continuar - y ver de reojo de dónde procedían esos instintos asesinos tan feroces - y no tardé en darme cuenta que procedían del chico de pelo negro. No habíamos mantenido aún contacto visual, pero solo con sentir su aura negra era capaz de adivinarlo.

    Clover caminaba lentamente, pero se había negado a que la llevara en brazos, así que tuve que resignarme a agarrarla de la mano, así por lo menos podría agarrarse a mí si caía. Minutos después, habíamos llegado al pueblo, y ahí estaba Cassian, con su sonrisa que lo escondía todo y a la vez nada - es difícil calar a alguien similar a ti, después de todo - mantiene una pequeña distancia de nosotros mientras posa su mirada sobre cada uno de los 4 recién llegados - es mucho mejor llevarse bien con alguien con el que conoces desde hace tanto tiempo - sonrío juguetonamente, sonrisa que se borra de inmediato con la caída de la otra chica, y la llegada de Darice. Conozco suficiente a su familia, y a ella, como para afirmar sin lugar a dudas de que no trama nada bueno. Clover parece querer decir algo, a lo que respondo colocando la palma de mi mano sobre su boca, impidiéndole hablar - gracias y no gracias, querida amiga - le sonrío mientras la miro directamente a los ojos - pero no creo que Clover necesite de tu intento fallido de amabilidad - sigo sonriéndole mientras la veo irse, notando cómo Clover separa mi mano de su boca para, tras indicar su negativa por mis palabras, inflar levemente de aire sus mejillas.

    Río suavemente ante la escena, en parte por añoranza, pues, de chica, solía hacer eso constantemente. Agarro sus dos mejillas con la misma mano con la que había tapado su boca anteriormente, y, con mi dedo índice y pulgar, apretarlas para que así deje salir el aire, a lo cual responde con una pequeña carcajada. No necesitábamos más, ninguna palabra, nada, solo un par de gestos nos servían para comprendernos el uno al otro a la perfección.

    - Vamos, Clover - digo agarrando nuevamente su mano para llevarla hacia donde Erica ha dicho - por la noche, se ve un cielo estrellado precioso, me recuerda a las noches que pasábamos en mi habitación contándonos historias a la luz de la luna - digo tirando de ella. Mientras miro hacia atrás, cruzo por primera vez mirada con el chico de ojos bicolor. Su rostro muestra un cúmulo de emociones negativas hacia mí que no puedo resistir el querer molestarlo. Mientras lo miro, muevo mi boca, diciendo con mis labios "inténtalo" y río a continuación.
     
    .
  7.  
    .
    Avatar

    Member

    Group
    Administrator
    Posts
    320

    Status
    Offline

    VmO8PKjY_o



    Caminar era algo que estaba llevando regular, sentía que mi propio cuerpo iba a desvanecerse, que iba a caer en cualquier momento, y, caer, me aterraba, pues mi mente solo pensaba que Marie estaría esperando para apretar nuevamente el gatillo. El notar la mano de Lotus unida a la mía me transmitía paz, sus pequeños apretones me sacaban una sonrisa que hacía años que no se dibujaba en mi rostro, pues él era el único que me podía hacer tan feliz con cosas tan sencillas - porque solo él es el que atesora tanto mi corazón - sentí un leve dolor en mi cabeza, como un leve pinchazo desde lo más hondo de mi cerebro, el cual duró a penas unos segundos. No le di importancia.

    Habíamos llegado a una ciudad totalmente abandonada, miraba a mi alrededor y solo veía edificios viejos cubiertos de malezas y algunos coches abandonados por medio. Aunque lo que verdaderamente captó mi atención es volver a ver a Cassian, el hecho de solo verle me hacía recordar lo que acababa de ocurrir horas atrás, el verlo con Dara, el verlo hacer ... - ¿hacer qué? - volví a notar otro pinchazo. El cuál se disipó cuando Dara cayó al suelo. Moví mi cuerpo en dirección hacia ella, pero me paré al segundo de comenzar a andar. No podía olvidarla a ella con el albino que la sostenía, no podía olvidar las palabras de Marie, no podía olvidar nada - ¿acaso es a mí a quien necesita? - miré algo triste como se la llevaban, pero no era capaz de acercarme a ella, no era capaz de hablarle, no ahora.

    La llegada de una chica presentándose me sacó de mis pensamientos, sobre todo cuando dijo su nombre, Darice. La conocía, o, más bien, la conocí, hace mucho tiempo. Sonreí levemente dispuesta a intercambiar alguna palabra con ella, quizás pedirle hablar, preguntarle cómo está, pedirle ayuda con Dara - si habíamos sido amigas, eso significa que aún lo es, ¿no? - antes de que pudiera decir nada, Lotus me impidió hablar tapándome la boca con su mano para, acto seguido, decir cosas con las que no estaba de acuerdo. A los segundos, la chica de ojos azulados había desaparecido - eso ha sido cruel, Lotus, quería hablar con ella - le dije tras apartar su mano de mi boca, enfadada, llenando mis mejillas de aires, vaciadas poco después por sus dedos. Ese pequeño gesto me hizo reír, hacía años que nadie jugaba con mis mejillas de esa manera, lo añoraba.

    La voz de la chica rubia junto a Elías hizo que Lotus me llevara al corazón de la ciudad. Espera aquí es lo último que dijo antes de ir a avisar a los demás, dejándome junto a una gran estatua. Decidí sentarme en el césped, apoyando mi espalda sobre el frío mármol, mirando al cielo. Aún no era totalmente de noche, pero ya se podían entrever algunas estrellas - realmente, es precioso.

    Noté como algo rozaba mi brazo y, al mirar hacia abajo, vi a un gato gris junto a mí - hola pequeño, ¿cuándo llegaste aquí? - dije arrascando su cabeza. A unos metros, se acercaba el chico de pelo negro al que había conocido en el coche - Jaziel, ¿verdad? - decía volviendo mi mirada hacia el animal - ¿Es tuyo? Es demasiado simpático como para ser silvestre - miré en dirección a su rostro, pues aún no había podido cruzar mirada con él, y ahí es cuando me percaté en sus ojos, eran brillantes - ¿sabes? no sé si te lo habían dicho antes, pero tienes unos ojos preciosos, brillan como estrellas cuando la luz les da directamente - sonreí - realmente me gustan - dije para, tras ello, sentir otro pinchazo, más fuerte que el anterior, pero, esta vez, en mi pecho, haciendo que llevara mi mano libre hacia ahí - ¿por qué ahí ahora?
     
    .
  8.  
    .
    Avatar

    Adult games: dating for spicy meetups

    Group
    Member
    Posts
    181
    Location
    Usa

    Status
    Offline

    Te85Lpko_o


    La chica rubia hace que arquee una ceja con su escueta respuesta, lo que a la vez me hace pensar que en realidad no tiene ningún plan todavía. Y que estos encuentros, reencuentros y paseos por los bosques parecen sacados de una excursión de fin de curso, cuando resulta que esto no es un puto campamento escolar. "Sobrevivir" ha sido siempre mi objetivo desde que me adentré en las cloacas del mundo, en esa parte baja que todos fingen que no existe. O tal vez ya nací con esa misión desde que dos jóvenes chiflados con mucho dinero y ganas de diversión decidieron darse el capricho de tratar de criarme. No es algo nuevo, y mucho menos se puede considerar como un jodido plan. Aprieto ambas manos en forma de puños de impotencia, porque Erica sigue hablando aunque sólo dice tonterías que no aportan nada útil. Estoy demasiado acostumbrado a que los adultos a mi alrededor me traten con ese tono, ese tono con el que se trata a un niño pequeño que no entiende nada. Y eso estaría bien con Jaziel, por ejemplo, porque probablemente ignoraría todo lo que se le dijera ahora mismo si no tienes una melena azul sobre tu cabeza. Pero no conmigo.

    De repente mi atención se vuelca en Dara, a quien me guste admitir o no estoy mirando de reojo. La pelirrosa se desploma y es agarrada rápidamente por el albino. Erica lo llama Cassian. Una vez más me siento inútil, demasiado lento, pero por otra parte creo que Dara estará mejor con él y yo no me quiero meter en medio. Realmente no puedo negar que no me gusta verla en brazos de otro pero a la vez no puedo apartar la mirada de la escena aun cuando el albino se aleja con ella. Siento la necesidad de seguirlos para comprobar que Dara está bien y que él puede cuidarla y, sin embargo, mis pies están anclados al suelo. Joder, es tan... Contradictorio. Los celos son contradictorios porque aunque sé que no debería entrometerme, sino quedarme al margen, me gustaría estar en el lugar de Cassian ahora mismo; recostar a Dara sobre una cama y acariciar su mejilla, arroparla con cuidado mientras me siento en una silla y finjo dibujar algo para distraerme pero acabo ojeando la expresión que pone cuando duerme, hasta que tal vez ese dibujo se convierta en otro retrato más de mi musa. Pero imaginarme todos esos momentos con otro protagonista, con otro chico en mi lugar me.. No me gusta, no quiero. Y no sé si soy un egoísta por ello o un tonto, o sólo tengo demasiada fuerza de voluntad como para dejarme llevar por lo que mi corazón quiere y por eso no me muevo.

    Una chica de cabello oscuro y ojos azules se acerca entonces, distrayéndome de mi batalla interna. Quizás lleva tiempo cerca pero es ahora, cuando se acerca a Erica y a mí, que me doy cuenta de su presencia. Dice que se llama Darice. Me fijo en sus ojos porque busco sentir esa conexión que he sentido en los de Erica pero no es así, no existe, y eso hace que me surjan más dudas sobre por qué sí con la rubia si a ambas, a Erica y Darice, no las conozco. La morena parece mostrarse amigable, del tipo de personas que prefieren ayudar a ser ayudadas. Me señalo con un dedo para presentarme: ─Elías.─ Tras la breve conversación Darice se aleja, caminando en dirección a Cassian y Dara. La llegada de Darice me deja un poco confundido, sin saber a qué atenerme. Siento que demasiados personajes están apareciendo de repente y no sé si puedo confiar en alguno todavía, he de ir con cuidado con cada uno. La rubia, aun a mi lado, se gira hacia a mí para volver a hablar. Creo que esta vez está diciendo cosas coherentes. No sé a qué flores indefensas se refiere que tengo que proteger, ahora mismo protegería a cualquiera de este grupo aunque acabe de conocerlos y aunque Erica no parezca necesitarme.

    Sonrío, divertido, ante lo último que dice. No obstante, agarro su mano y tiro de ella para caminar detrás de Clover. ─Más bien creo que eres tú quien necesita ayuda.─ Giro la cabeza hacia ella para dedicarle otra sonrisa. ─Parece que en el universo que te has montado en tu cabeza yo soy un crío, y tú una anciana con pérdidas memoria... Ya he dicho mi nombre dos veces delante de ti.─ Mi tono es pícaro, divertido. Seguimos caminando hasta que de repente me detengo dándome la vuelta y con nuestras frentes a centímetros de distancia. Clover y Lotus siguen caminando, alejándose. Yo miro directamente a los ojos de Erica, todavía siento esa conexión que no sé explicar. ─Sobrevivir no es un puto plan, ahora es como respirar; instintivo.─ Digo, serio, mientras mantengo nuestras miradas. Luego me separo, suelto su mano y reanudo la caminata. También regreso a mi tono divertido, de broma: ─Puedes volver a darme la mano si crees que vas a caerte, tal vez a tu edad ya te fallen las piernas.─ Sonrío aunque ya no estoy mirándola.



    Pcnb4kjy_o


    El guiño que Cassian Mont me había dedicado y sus susurro esperanzador, encendía mi cuerpo, mandaba señales de mi cerebro a mis nervios para que me abalanzara sobre él y lo hiciéramos allí mismo. Sin embargo, el albino ya sostenía el cuerpo inerte de la mofeta y me preguntaba si estaba dispuesto a deshacerse de él ahora que estaba inconsciente y tenía la oportunidad perfecta. Llévatela lejos, Cassian. Pude ver cómo se alejaba con el animal en brazos y no quise acompañarlos porque jamás, jamás de los jamases, haría un trío con Dara Edevane. Sería repugnante. Definitivamente debía controlar mis impulsos y dejar de recordar mi apasionado encuentro en la cama con Cassian Mont cada vez que lo veía, la pérdida de mi amada me había dejado de nuevo en ese mismo punto en el que buscar algo que no puede ser hallado. No obstante, yo en aquel momento sí sabía lo que me había pasado años buscando: el amor de Clover Byrne.

    Amor que ya no tenía.

    Mi vida se había convertido en un oscuro día de otoño donde las nubes no paraban de llorar entre la penumbra, un día interminable que se parecía más a una agonizante pesadilla que a la realidad. Agaché la cabeza porque los adoquines del suelo resultaban menos dolorosos de ver que a mi novia junto a un hombre que no era yo. Pensaba que tal vez si seguía mirando hacia abajo, Satanás escucharía mis plegarias y abriría una grieta en el suelo para tragarme y escupirme en el infierno. El infierno no puede ser peor que tener al amor de mi vida justo delante y no poder ni siquiera acercarme porque ella se ha olvidado de mí. ¿Qué sentido tiene vivir sin todos nuestros momentos se han perdido para ella, si a nuestro cuento le faltan hojas que han sido arrancadas? Había algunos pensamientos positivos que también rondaban mi mente: Si mi condena ha de ser ver a mi amada con otro, espero que por lo menos pueda verla feliz. Ver esa felicidad en su mirada que yo siempre he querido proporcionarle, aunque ahora se la dé un pulpo.

    Una mujer se acercó a mí para presentarse, quise advertirle de que utilizara un paraguas si no quería que mi nube negra la mojase pero, ¿qué más daba? Ella no era Clover, a todo el mundo podía caerle un rayo menos a Clover y a Silver, por supuesto. De hecho, prefería que la nube sobre mi cabeza se volviese tormentosa y me cayese un rayo a mí si a cambio así Clover Byrne recuperaba lo que le había sido arrebatado. Una fuerte descarga eléctrica no me iba a doler ni la mitad de lo que me dolía haber perdido a mi novia, a mi princesa, a mi alma gemela. A la chica más maravillosa de todo el universo y a la vez, para mí, mi propio universo. A la brújula de este pobre pirata. Al amor de toda una vida.

    Apenas levanté un poco la cabeza para ver que la mujer se trataba de... ─Hola amiga Darice.─ Dije con un hilo de voz, no tenía ganas de hablar pero consideraba que mi antigua amiga se merecía al menos un saludo, aunque este fuera con el mote con que solía llamarla de pequeños cuando no entendía bien el uso de las palabras pero quería que todo el mundo supiera que Darice era amiga mía y por eso decidí nombrarla así. Pensé en qué podría decirle para que ella me ayudara; Mata a Lotus. Pero eso no resolvería mis problemas, sino que los empeoraría al traer desgracia sobre mi amada. Nadie podía hacer que mi princesa recuperase sus memorias sobre mí, aquello dependía de ella misma. Nadie podía ayudarme, nadie podía ayudarnos. Todo estaba perdido. ¿Dónde he dejado mi navaja? Darice se marchó y la mosca habló de comer, yo no tenía apetito alguno pero seguí al pulpo y al amor de mi vida.

    Al final llegué a una estatua y Silver comenzó a correr hacia... Clover Byrne. Me pregunté si mi mascota también la echaba de menos. ¡Silver, no puedes hacer lo primero que se te cruza por la cabeza! Disipé mi nube un momento para correr tras el gato hasta alcanzarlo, aunque ya estaba siendo acariciado por Clover. Instintivamente comprobé que no había ni rastro del pulpo así que me agaché para mirar a Clover, ya que ella estaba sentada sobre el césped. Asentí al escuchar mi nombre de sus labios, me venían tantos recuerdos bonitos que ahora resultaban dolorosos. ─Sí, se llama Silver.─ Respondí tragándome mi dolor. También ha olvidado a Silver. De pronto noté sus ojos clavados en los míos y sentí un breve sonrojo porque sabía que ahora éramos casi como desconocidos para ella. Su comentario sobre mis ojos bajo el cielo nocturno plagado de estrellas... Y yo olvidé cómo se parpadeaba. Olvidé lo que era vivir al perderme en sus profundos ojos observando a los míos. Los planetas se alienaron. Las galaxias sonrieron. Y el universo se detuvo durante un instante, el suficiente para que las palabras más bonitas que había escuchado nunca fluyeran de la boca de Clover Byrne como un río de estrellas. Le gustaban mis ojos. Y ahí, en ese instante, mi cuerpo dejó de sentir pese a que mi corazón galopaba como nunca... Me resultaba tan familiar como que ya había pasado antes, la misma sensación.

    Negué con la cabeza, sonriendo. Las palabras salieron de mi boca solas, sin yo poder detenerlas: ─Sólo brillan así cuando la luz de tus ojos les da directamente, créeme, no funciona con cualquier otra luz.─ Inmediatamente después de hablar me sentí un poco culpable, culpable de querer crear recuerdos nuevos, aunque feliz de comprobar que aun era capaz de hacer que su corazón latiese con fuerza. Me dejé caer hasta sentarme sobre la hierba, me hubiera gustado estar más cerca de ella pero debía guardar las distancias ahora que no nos conocíamos. Observé el cielo, perdido entre las miles de estrellas. ─Clover, ¿te gustan los cuentos?─ Pregunté, sin apartar la mirada del cielo nocturno, aunque ya conocía la respuesta. ─Me gustaría contarte uno, seguro que no lo conoces.─ Añadí, mirándola de reojo. Sentía que si mantenía mucho tiempo su mirada me iba a derrumbar allí mismo porque no iba a poder ser capaz de soportar su pérdida teniéndola justo delante de mis ojos.


    Edited by XCarolinaX - 1/11/2019, 15:05
     
    .
  9.  
    .
    Avatar

    Member

    Group
    Administrator
    Posts
    320

    Status
    Offline

    w9axUdfx_o



    El hecho de que me agarre de la mano y comience a guiarme por un pueblo que desconoce totalmente me hace reír - tengo ante mí un guía turístico sin actualizar - vuelve a parar, a penas unos pasos hemos dado cuando comienza a soltar un mini discurso, unas pocas palabras que responden a la respuesta que le había dado a su pregunta. Sobrevivir es una prioridad, eso lo sé bien, eso lo sabemos todos los que llevamos aquí años, pero no es algo que un chico no infectado deba de saber - no aún.

    Me quedo de pie, inmóvil, en el mismo sitio donde me hizo parar segundos atrás, viendo como continua con su discurso, con sus intentos de hacerse el héroe, el maduro de la situación, como si quisiera controlar desesperadamente la situación. Me agacho para agarrar un par de guijarros y, acto seguido, tirarlos contra él, aceptado de lleno en una de sus nalgas - si mis piernas fallan, puedo depender de mis brazos, si mis brazos fallan, puedo depender de mi cabeza, si todo falla, podré depender de ti, crío - dije mientras miraba su reacción - oh, perdón, quise decir Elías - sonreí juguetonamente - además, si conviertes la supervivencia en tu prioridad, deberías saber, como mínimo, todo este terreno, dónde está cada cosa, como por ejemplo, la despensa donde guardamos la comida - digo para dar media vuelta e ir en dirección hacia la derecha - ah, y no te preocupes - me paro para darme media vuelta y volver a mirarlo - si te hice daño en tu preciado trasero, solo tienes que pedirle a esta abuela que lo cure - saco la lengua en señal de burla para, después, volver a ir en dirección hacia la cocina.

    Una vez llegamos, veo a Lotus salir de ella con un par de objetos en sus manos. Le pregunto si ha avisado a las personas que faltan, a lo que responde con un "¿no confías en el maravilloso Lotus?" y salir corriendo en dirección a la estatua. Niego con la cabeza para luego mirar a Elías - ¿qué une a la peliazul con Lotus? Es muy inusual verlo tan activo - entro dentro de la cocina y comienzo a buscar algunas cosas, como botellas de agua y demás alimentos procesados. Una vez finalizada mi búsqueda, antes de volver a la plaza, me giro en dirección al rubio - Elías, necesito que me cuentes algo antes de volver con los demás - cruzo mis brazos mientras apoyo mi espalda sobre la pared más cercana - ¿qué ocurrió con Celeste y Jasper?
     
    .
173 replies since 23/7/2019, 23:07   2022 views
  Share  
.